Tras tres días de viaje (o más bien de no viaje) conseguí llegar a Córdoba. Madre mía desde el día 27 que salí de Córdoba (España) con la ilusión de que al día siguiente estaría en Argentina. con todo programado: la Jara esperándome, Angel Calle que estaba por allí, Mónica (la estupenda médica con la que voy a rotar) iba a recogerme al aeropuerto. Todo calculado... Quién me iba a decir a mí que el avión iba a tener over-booking e iba a quedarme en tierra... pero que mi equipaje iba a ser más listo que yo e iba a viajar por mí. Así que allí estaba yo, escaleras arriba, rampas abajo, terminal 1, terminal 2... Loca por las oficinas del aeropuerto a ver si alguien sabía algo de mi maleta. Menos más que tenía un pobre cómplice (ya un hermano argentino) que me ha acompañado en todas mis desdichas. Así que después de todo el día en el aeropuerto decidimos ser positivos e intentar volar a día siguiente. Pero de nuevo, nos volvieron a decir las 2 desagradables azafatas del día anterior, que nos quedábamos en tierra de nuevo. Así que no me quedo más remedio que pillar otro billete para el día siguiente (que me ha costado un ojo de la cara, por cierto). Así que después de volar a Paris, de Paris a Buenos Aires y de Buenos Aires a Córdoba, conseguí recuperar mi equipaje en Buenos aires y llegar por fin a la otra Córdoba.
Me despedí, no sin alguna lagrima escapada, de mi nuevo amigo... y es que las adversidades unen y después de 2 días intensos ya nos sentíamos como hermanos. Dicen que a veces las cosas pasan por algo, y si es verdad que todo este martirio de aeropuerto, maletas y horarios, me sirvió para conocer a una bella persona y redescubrirme en la incertidumbre.
Al llegar al aeropuerto, Mónica (mi médica) me esperaba con una sonrisa y con un abrazo que decía: No te preocupes que te cuidaremos... Ah! Y con una bolsa de chuches para endulzarme la vida. Me monté en su coche y me llevo hacia donde estaba Jara. Por el camino me iba contando todo lo que había que hacer: clases de Salud reproductiva a adolescentes, el abordaje de las embarazadas, las actividades con lxs niñxs, los Programas de investigación local participativa... Tantas cosas... qué no podía dejar de preguntar. "Che, tranquila, vos tendrés tiempo para todo!!!" Jaja, primera lección argentina (Vicky, la paciencia, que te aceleras...)
Y bueno, llegue a casa de Jara y todavía mejor Recibimiento con guitarra y cartel de bienvenida! Así da gusto llegar, cerveza, pizza, duchita... Por fin llegué. Comienza la aventura. No, la aventura comenzó cuando salí de Córdoba.
